Santiago. Te siento, pero no te veo. Cuando estoy dentro de ti percibo tu energía vital, pero no te comprendo. Solo cuando me desprendo de tus entrañas y estoy flotando sobre ti, comienzo a ver tu real dimensión humana. Al estar allá arriba, a la distancia, comprendo tu realidad física y te veo como un gran organismo vivo, único, que se expande y lucha por apoderarse de la brutal geografía que nos acoge. Cuantas veces te he sobrevolado y he sido testigo de tu vertiginosa evolución actual, somos cómplices y he aprendido a quererte como un buen amigo". - Guy Wenborne -